Obrador de pa.
Al entrar en Mòlt te recibe un ventanal y un largo mostrador de panes. Mòlt entra por el olfato y por la vista. Un local en el que los tonos grises y blancos copan el interiorismo, solo lo rompen las letras fluorescentes que nombran los diferentes tipos de pan y sus precios. Y, por supuesto, los verdaderos protagonistas: decenas de panes con nombre propio.
El obrador está al fondo, a la vista de todo aquel que entre. Ahí todo se elabora a mano, con fermentación lenta y masa madre de cultivo propio.